lunes, junio 26, 2006

¡Oh Señor Humor, ten piedad! (III)

A esas alturas, yo ya había pedido una cerveza y la estaba tomando lentamente. Saboreándola despacio y a solas. Distendida y tranquila cuando, de repente, vi de refilón que un hombre entró en el café y discutía con el mozo en el mostrador. Pasado el momento, el tipo se sienta dos mesas más allá de la mía pero frente a mí. Su aspecto no me gustó. Estaba, relativamente, bien vestido pero mi sexto sentido me dijo que algo no encajaba bien ahí. El mozo le sirvió un vaso de ginebra Bols.
Me quedé observando. Hacía siglos que no veía a nadie sentarse a tomar un vaso de ginebra. Y Bols. En eso, veo que el tipo me hace caras raras y comencé a ponerme nerviosa. No me gustan nada esas cosas.
Pasados unos minutos, él hombre me hace un gesto apoyando un dedo en la nariz y subiéndola para arriba. Extraño. Me dice: “El dueño de este lugar es un nariz parada”.
Tuve que contener la carcajada. El gallego tendrá muchos defectos (si ser nariz parada lo es) pero de eso sí que no tiene nada. Más bien todo lo contrario. Además, ni siquiera estaba en el café en ese momento. Pero, me contuve porque al tipo se lo notaba muy enojado. No respondí.

El: ¿Sabés que pasó? No querían venderme alcohol. ¡A mi! ¿Te das cuenta? Me dijo el mozo que ya no venden más alcohol.
Yo: (mientras bebía un sorbo de mi cerveza y aspiraba una pitada de cigarrillo, le respondí) Y… sí… ¿pero sabe? No se la agarre con el mozo. El sólo está cumpliendo órdenes y el dueño tampoco tiene culpa. Me parece que hay una ley que ahora comenzarán a prohibir en los bares los cigarrillos y el alcohol. ¡Seguro que es eso!

Y desvié mi vista hacia un costado, detrás de la barra, buscando al mozo que estaba fuera de mis ojos.
El tipo seguía bebiendo su vaso de ginebra y mirando televisión, creo, yo no lo miré más. Miraba al costado izquierdo, al derecho, al techo, a la ventana, a cualquier parte menos a él.
Pasa un ratito y el tipo vuelve a la carga:

El: ¡Está bien! ¡Te voy a contar lo que me pasó!

¡Ay, Señor! ¿Por qué a mi? – pensé. Si no le hablo, no lo miro, no le doy bola. ¿Por qué justo esto me toca a mi? Tan tranquila que estaba…

El: ¡No sabés lo furioso que estoy! Hoy sí que no es mi día. Te cuento ¿eh?

Yo, silencio absoluto.

El: ¿Sabés? Este mediodía almorcé en el microcentro. Todo tranquilo. Mirá… yo no se cómo fue pero me quedé dormido ¿podés creer?

Yo, silencio absoluto.

El: ¡Y vos no te imaginás todo lo que tenía que hacer! ¡No te lo podés imaginar! Y ¿podés creer que cuando me despierto, abro los ojos y ya había oscurecido? ¡Imaginate! No entendía nada yo. – arrastraba la lengua para colmo -. En el banco de una plaza me desperté ¿eh? ¿Vos lo podés creer? Y tendría que haber visitado a dos o tres clientes. ¿Podés creer que no visité a ninguno?

Mi sexto sentido me dijo que me tranquilizara porque mis nervios estaban a punto de explotar. Así fue que le respondí lo más serena que pude:

Y sí…. ¡Qué va a hacer! Tómeselo con calma… A veces, sucede…. Ya el lunes recupera el tiempo que perdió hoy…

Creo que me temblaba la voz. Me asusté. Buscaba al mozo con los ojos y no lograba verlo detrás del mostrador.

El: Sí, tenés razón. Pero, igual no. Tendría que haber sido ¡hoy! ¿Y sabés? Imaginate ¡menos mal que este no es un fin de semana largo? ¿podés creer? ¿Sabes qué? Si fuera un fin de semana largo ¿qué hago yo? ¡Me mato!
Yo: Nah… ¿para qué se va a matar? ¡Qué va a hacer! Le puede pasar a cualquiera… Tómeselo tranquilo…
El: ¿Tranquilo? ¿Qué me lo tome tranquilo? ¡Ja! ¿Sabés? Yo me paro acá y rompo todo. ¿Podés creer? ¿Querés ver? Te juro ¿eh? ¡Rompo todo a patadas con la furia que tengo! ¿Querés?
Yo: (que a estas alturas ya me temblaba hasta el último pelo) Mire… tranquilo… la vida hay que tomarla con filosofía oriental. Relájese, piense que aprovechó su almuerzo, su siesta, la naturaleza en la plaza y ahora esta ginebra. Disfrute de la mitad de su vaso lleno. Piénselo…

Allí asomó el mozo su cabeza y lo llamé. Se acercó a mi mesa y comencé a hablar con él. Cualquier cosa con tal de no estar solita frente a semejante personaje suelto en la city. Con el mozo parado a mi lado me sentí más reconfortada y, acercándome a su oído le pregunté si alguna vez había visto a este tipo. El mozo me confirmó que no y agregó: Pero quédese tranquila, no va a pasar nada. Muy tranquila no me dejó su frase pero…
En ese preciso instante, en televisión pasaban el noticiero con todos los asesinatos, violaciones y robos juntos. Lo que se puede esperar de Crónica Tv. que parece que fueran especialistas en los hechos sangrientos. Entonces el tipo insiste:

¿Vos podés creer? La otra vez me agarraron a mi y mirá como me dejaron la cara. ¿Podés creer? ¿Ves mi nariz? Me arrancaron este pedazo, ¿ves? (me lo señala) y me quedó colgando.

Demás está decir que no respondí. De tan asustada que estaba me quedé paralizada. No podía hacer nada. No podía ni levantarme para irme ni seguir ahí con el tipo enfrente. No podía moverme. Paralizada, aferrada a la silla y al vaso de cerveza que este guacho no me dejó disfrutar. Si no se mata él lo mato yo – llegué a pensar. ¿Por qué carajos no se va de una buenísima vez por todas si ya terminó su vaso de ginebra? ¿Por qué? El tipo seguía ahí. Yo seguía paralizada sin movimiento.

Y de nuevo me dice él: ¡Ay, bueno! Ya me tranquilicé, sabés. ¿Vos podés creer?

Yo muda. Quietita. Fingí no oírlo. Seguí mirando para cualquier lado menos para donde estaba él.
Pero, todavía me faltaba algo más por oír. Porque la vida no es tan simple como una supone, claro. Y la gran pregunta del millón de la tarde todavía no había llegado:

El: Decime, ¿saliste del neuropsiquiátrico vos, no?
Yo: (como impelida por un resorte, completamente desprevenida lo miré atónita) ¿Eh? ¿Qué? ¿En un neuropsiquiátrico? ¿Quién yo?
El: Sí, claro.
Yo: Ah… no… la verdad es que todavía no entré…. Pero, ¿Usted sí, no?
El: Yo sí. En muchos. Pero, ¿y vos? ¿Seguro que no?
Yo: Sí, seguro… Pero, eso nunca se sabe ¿vio? Por el momento todavía no estuve, pero de eso nadie está libre. Quien le dice en el futuro algún día voy….

Demás está explicar que todavía no comprendo cómo no se me paralizó el corazón. Creo que fue lo único que me siguió latiendo.

Yo, intrigada: ¿Le puedo preguntar por qué se le ocurrió tal cosa? No lo tome a mal. Como le decía… uno nunca sabe ¿vio? Hoy no estamos, mañana tal vez sí, tal vez nunca. Esas cosas nunca se saben. ¿Qué le hizo pensar eso?
El: ¡Mirá vos! Yo hubiera jurado que sí.
Yo: Pero, ¿por qué?
El: Por todos tus gestos. Te estoy mirando. Son como los de allá.

Reconozcamos que su última frase fue como una flecha que me atravesó el corazón. Me dejó sin respiración, casi.
Dios y todos los santos juntos o Luzbel hicieron que se fuera del café.

Terminé de tomar lo que me restaba de cerveza intentando buscar un segundo de tranquilidad para estar a solas. En ese momento, la nietita del dueño, la pequeña A. se acercó a mi con su inocencia de todos los días. Me sonrió y me miró con sus ojitos cristalinos. Yo seguía temblando. Y ella continuaba mirándome con aquellos ojitos pícaros. Me le adelante:

Yo: Mmm… ¿Cómo estás A.? ¿Jugaste mucho en el jardín? Mirá que hoy me parece que no es día para jugar.
Ella: (carita triste) ¿Y por qué? ¡Dale, dale! ¡Vamos a dibujar! ¿O querés jugar a la escondida?
Yo: No… la verdad es que lo dejamos para el próximo viernes. ¿Qué te parece?
Ella: (acercando su boca a mi oido) ¿Cuándo te vas vos? - susurró
Yo: ¡Ahora mismo!
Ella: Y.. ¿Por qué? No. ¡No te podés ir ahora!
Yo: Sí, me voy ya mismo. Te prometo que la próxima jugamos y dibujamos pero hoy no. Porque hoy estoy muy agotada, muy cansada. Por eso. ¿Entendés?

Salí a la calle y tomé el primer taxi que apareció libre. Punto final del viernes.
¡Oh, Home, Home, Sweet Sweet Home! ¡Por favorrrrrrrrr!

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9 Comentarios:

Blogger Lúzbel Guerrero dijo...

Debo reconocer que este primer post me ha enganchado, así que ya empecé a leer el blog desde el principio. Iré poco a poco, porque creo que si se me termina pronto, sentiré que me falta algo. Estamos en contacto, y para probarlo, verás que sueño te daré esta noche.

26 de junio de 2006, 6:30 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hola guapa, vaya susto con el hombre ese del bar, he estado buscando una razon para que dijera que tus gestos son como los de alli, y pieso que todo el mundo cuerdo o no se comporta con miedo y nerviosismo con él. Me encanta como redactas el dia a dia.
Un besote muy gordo

26 de junio de 2006, 7:21 a. m.  
Blogger Mamy a la obra dijo...

"El mas cuerdo es el mas delirante" decia un gran filosofo contemporaneo, con esa capacidad de encerrar toda una realidad en una frase.
Sldos.

27 de junio de 2006, 6:06 a. m.  
Blogger Jack Celliers dijo...

Qué terrible che...

Y eso no es nada... ¿Te conté lo que me acaba de pasar?

28 de junio de 2006, 6:47 p. m.  
Blogger Javier de Martino dijo...

off topic:

Tampoco salí de ningún armario...

No soy gay, así como tampoco soy español, ni basquetbolista, ni físico nuclear, ni pelado, ni joven, ni rubio...

2 de julio de 2006, 4:31 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Luzbel: Es un honor tenerte por aquí. Tus palabras son un honor. Por supuesto que estamos en contacto, nunca lo hemos perdido :)
A ver de qué sueño me hablas. Me has intrigado :)

Ser de Mar: ¡Mil gracias! Me alegra que te gusten mis relatos cotidianos. Pero, ¿qué puedo decirte si tú con lo que has hecho me has dejado muda? Te lo agradezco infinitamente. Un beso gordo.

Zalet: Exacto. "El más cuerdo es el más delirante". No se si lo ha dicho un filósofo pero sí que yo lo compruebo a diario :) Besos.

Celliers: He pasado por su cueva a ver si me enteraba de algo nuevo pero sigo en la inopía :))

Javier: Perdón. Fue una confusión al agregar los links. Luego, me di cuenta y pensé en modificarlo pero se me olvidó hacerlo. Ahora ya lo he hecho de inmediato y estás en el lugar correcto :) Gracias por avisarme!! De todos modos, este es un blog abierto y no importa la sexualidad de los visitantes. Todos somos seres humanos y todos tenemos que convivir amenamente en el planeta Tierra.

2 de julio de 2006, 8:03 p. m.  
Blogger Javier de Martino dijo...

Podras darte cuenta que no era algo que me quitaba el sueño. A mis 37 (casi 38) años, estoy mas alla de algunos "adjetivos"...

Los unicos que me importan son los de "buena" o "mala" gente. El resto, carece de relevancia...

Gracias por visitar mi blog y por comentar en el.

Y felicitaciones por el tuyo. Se nota que sabes escribir, y que lo haces a gusto...

3 de julio de 2006, 1:53 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Tranqui, Javier, me doy cuenta, me doy cuenta. Nuevamente, te pido disculpas ya que fue mi culpa y fuiste a parar al lugar equivocado :) Fuiste el único, después me di cuenta para cambiarlo y se me olvidó. Ya está solucionado mi error. A mi me gusta mucho tu blog, me gusta mucho la informática (trabajé mucho en ese ramo) y siempre viene bien saber más. Por supuesto, quedás en el grupo de la Buena Gente (la mala gente no está en mis links ;) Psee, se escribir y lo hago con todo el gusto del mundo, es lo que más me gusta!!
Cariños y gracias.

3 de julio de 2006, 9:40 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Luzbel, a la espera de tu sueño estoy. Si supieras quien soy ;)) (tal vez no estarías aquí :(((

SerdeMar, sin palabras, lo que has hecho me ha emocionado ¡¡¡tanto, tanto, tanto!!!! Eres un sol!! y una estrella :)) de persona.

Zalet, el más cuerdo es el más delirante. ¿El más delirante será el más cuerdo?? ¡Ay, Dios!

Javier, tu asunto arreglado :)

Celliers ¿Qué le pasóoo?? Voy a su sitio y no hay novedades en el frente.

6 de julio de 2006, 11:45 p. m.  

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