Aprendiendo a decir NO
(...)Quiero si volver al tema de tu salud… creo sinceramente que es uno mismo el que tiene que poner los frenos. No podés decir a todo que sí y,luego, enfermarte por no poder llegar a tiempo… y más una persona ULTRA responsable como sos vos. Quiero que pienses seriamente y veas si hay algo de lo que tenés que hacer que puedas, realmente, llamar a alguien y decirle que lamentás, que estás enferma y que les vas a hacer el trabajo, pero darles un nuevo plazo. Y SI NO LES GUSTA MALA SUERTE!!...
Te lo digo muy en serio… no es fácil decir que NO (a mi me
cuesta un hue…!... :-), pero hace MUCHO bien a veces poder hacerlo, y sabés cuál es la sorpresa en gente como nosotos?... que cuando lo hacemos con firmeza y claridad, la gente lo acepta y lo aprecia… Es cuestión de buscar la manera amable pero firme de decir las cosas…viene de una voz muy interna y de un respeto profundo por nosotros mismos… y la gente lo siente.Probá…
Un beso grande, Carlos.
Creo que Carlos está en lo cierto. Y, precisamente, por lo mismo que dije yo antes:
La vida es efímera. Corroboré que lo único que cuenta es que el espíritu se encuentre en armonía. Que el alma encuentre su lugar de reposo. Todo lo demás puede esperar.
Estos días que no fui a trabajar me vinieron muy bien. Siempre hace bien estar en casa, cómodos, resguardados del mundo exterior. Trabajé terriblemente, no lo niego, pero sin moverme de acá. Falté a la oficina y nadie se murió ni se derrumbó la empresa. Incluso, hasta el enfermo de mi jefe le dijo por teléfono a un periodista conocido en común, hablando de mi ausencia, que estaba con gastroenteritis, sí, pero que él consideraba que: "era muchísimo lo que me estaba exigiendo, mucha la presión y que yo me puse al hombro el trabajo de un mes en una semana". Esto me lo contó E., nuestro periodista conocido. Lo sentí positivo. Tendrá defectos mi jefe pero, al menos, parece que tiene un gramo de inteligencia para reconocer algunas cosas. Que así sea. Esta noche de viernes pude comenzar con el libro de Diego. El libro que me dio para traducir al inglés mi amigo Sergio. Esta noche logré traducir la introducción y el primer capítulo. Me sentí algo mejor. Está bien que son 17 los capítulos del libro, pero por algo se empieza y ya lo comencé. Eso también me dio algo más de tranquilidad. De todos modos, pienso hacerlo sin apuro, de a poco, en la medida que vaya teniendo tiempo y ganas. Se lo aclararé mañana a él. Parece, además, que allá por el bar de cada día, notaron mi ausencia. Parece que el mozo H. se extrañó de todos estos días que no me ve por ahí y se que le preguntó a alguien de la empresa por mí. Eso me lo contó Atanasio. A. me llamó el martes por teléfono. Lo noté preocupado por mi ausencia. Me dijo que le extrañó que no me vio en el bar ni por ningún lado. Y me llamó. Le expliqué lo que me pasaba. Me invitó a tomar algo. No en el bar de siempre, lógico, porque no puedo aparecer por ahí si no estoy yendo a trabajar. Nos encontramos en un bar más alejado, a unas pocas cuadras de distancia. Tomé un té verde. Conversamos. Hablar con A. siempre me da paz. No se cómo lo logra, pero logra hacer que me desenchufe de los problemas diarios. Juntarme con él me hizo bien. Que se preocupara por mí me hizo bien. Notó que estaba agobiada. Me trajo con el auto hasta casa. Me dio ternura. También me habló del agotamiento mental que -según él considera- es mucho más fuerte que cualquier dolor físico. No se. Le contaba a él que tengo pensado (cuando toda esta etapa termine) irme un par de días afuera. Vacaciones no tengo, pero, podría ser un fin de semana. No se dónde. No lo pensé todavía. Quizás a Montevideo. Me gustaría regresar allá. O, tal vez, algún otro lugar. No importa dónde. Ya pensaré. Lo importante será alejarme un par de días de Buenos Aires, de la vorágine, de toda esta situación por la que me tocó atravesar y me devoró.
Por otra parte, recibí un email de una amiga de mi amigo Carlos. Ya él me había avisado que, en cualquier momento, podría escribirme esta amiga suya ya que tiene planificado un viaje a Argentina. No la conozco. Pero, como es amiga de mi amigo, debe ser una buena persona. No tengo idea. En su primer mensaje titulado Viaje a Argentina escribió:
Qué tal, yo soy amiga de Carlos K. Quisiera ir a tu pais pero como iria sola pensaba que quizá nos podriamos conocer y salir.
Quisiera encontrar un hotel o quedarme en una casa. Quiero ir a fines de Septiembre, principios de Octubre, que te parece. ¿¿Te interesa conocernos?? Dime si te seria posible porque yo no voy a saber en donde estoy!!!!!!!!!!!!
Saludos. Raquel A.
¡Ay, Señor! Una mujer. Y desconocida. Y buscarle un hotel. Y conocerla. Y salir juntas de paseo para que conozca la ciudad. No está mal. Bueno, eso creo, depende de cómo sea. Sólo lo sabré el día que la vea en persona. En su segundo mensaje -cuando le pedí que me cuente algo de su vida -, para tener una mínima noción de con quien voy a tratar, escribió:
Querida "Rosa Roja": Soy de origen Mexicano y me vine a E.U. sola cuando era bien jovencita. De niña, mi padre, con quien yo vivia, se volvió a casar y a los 9 años me mandarion por primera vez a E.U. con
una hermana de su esposa. Después, regresé a los 13 años y después dos años más hasta que me regrese yo sola y me puse a trabajar. Yo hago trámites de inmigracion para una organizacion no lucrativa - asi que atendemos a las personas que no tienen los medios para pagar a un abogado privado que aqui son muy caros!!!!! Me gusta escribir también pero no lo hago. Me encanta la poesia y la literatura también...Yo terminé la secundaria en México; aqui en E.U. fui a la Universidad y me costó trabajo hacerlo porque también tenia que sobrevivir, tú ya sabes.... La vida me ha traído alegrias, dolores, alegrias, dolores, amores y muchas sonrisas y lágrimas también. Creo que me encanta vivir y sentir la presencia en nuestro mundo a pesar de todos los conflictos. Veo a clientes todos los dias, no trabajo los Martes porque soy voluntaria en una estación de radio donde tengo un programa de música. Me encanta la música de Argentina, el
tango, las chacareras, las zambas, el folklore; también la de toda nuestra America Latina pero, muy especialmente, la de uds. Cuando vaya quiero llevarte algo, me dijo Carlos que eres menudita asi que veo que te compro. No trabajes mucho para que cuides tu salud.Un abrazo, Raquel.
Veremos quién es. Cuando venga tendré que oficiarle de dama de compañia. Me parece que no va a ser ningún un sacrificio. Eso espero. Mexicana: ¿le gustará mi amada Chavela Vargas? Eso ya sí que sería ¡Bingo!
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